CEJUME

Desde que somos infantes escuchamos de parte de nuestros padres, familiares, docentes y en cualquier foro académico que la educación es un parteaguas en el crecimiento del ser humano, e incluso calificamos ya muchas veces de trillado que en todas partes de la política local y nacional se escuche que la educación es la base del desarrollo social, lo cual ciertamente lo es, sin embargo, y a pesar de saber ello, ¿Cuántos de nosotros nos preocupamos por continuar profesionalizándonos una vez que nos dedicamos al ejercicio profesional? o ¿Cuántas instituciones se preocupan y ocupan verdaderamente del tema de la profesionalización de los servidores públicos? Ciertamente hay múltiples y variadas respuestas dependiendo del enfoque pragmático desde que se le responda.

Seguro estoy que desde la perspectiva institucional se desarrolla una perspectiva favorable, misma respuesta que no será siempre igual desde el punto de vista del ciudadano o del justiciable en materia del servicio de la procuración e impartición de justicia en materia penal, pues la sensación de impunidad o de abuso de la autoridad siempre está presente en la ciudadanía que finalmente es quien recibe directamente las bondades o perjuicios del actuar del servidor público. Eliminar esta sensación de impunidad o de abuso en el ejercicio del poder público que se maximiza en las instituciones encargadas de la procuración de justicia es una tarea que implica un máximo de esfuerzo para remediarlo, para ello es necesario una constante capacitación que permita una verdadera profesionalización de los operadores del sistema de justicia penal en ésta área, de tal modo que el justiciable perciba no solo una profesional sino una cálida atención ante el hecho punible que le provocó solicitar el servicio público del sistema penal. Desde luego que el concepto de calidez implica una atención ética y humana por encima de los estándares que se llegan a manejar en las fiscalías.

Elevar esos estándares de profesionalización y calidad es un reto a corto, mediano y largo plazo que no puede esperar, afortunadamente en Aguascalientes la Fiscalía General del Estado cuenta con un área de capacitación constante en la que a lo largo del 2020 se generaron cerca de 42 capacitaciones tanto a personal operativo como administrativo, con duración variable cada una, que iba desde una sola hora hasta alcanzar mil horas por tema de capacitación.

Esto sin duda deja evidencia del interés por fomentar elementos humanos mejor preparados para el ejercicio de la actividad cotidiana en el tema de procuración de justicia, además de que a la par de dichas capacitaciones la fiscalía de la entidad se encuentra participando de manera activa en el proyecto denominado “Certificación para la Justicia en México” conocido por sus iniciales como proyecto “CEJUME” que ha logrado permear en gran parte del país con una iniciativa de profesionalización en las y los operadores del sistema de justicia penal a fin de que cuenten con los conocimientos teóricos y las herramientas prácticas que exige el sistema de justicia penal adversarial y acusatorio siempre bajo la perspectiva de los derechos humanos y la correcta aplicación del derecho.

Este proyecto que fue gestado y actualmente sigue auspiciado por el Centro de Estudios sobre la Enseñanza y el Aprendizaje del Derecho A.C. mejor conocido por sus iniciales como “CEEAD”, la cual ha estado fortaleciendo el elemento humano en las fiscalías del país a partir de este proyecto por demás interesante que revela el interés de la sociedad civil por la correcta procuración de justicia y evitar pautas justicieras, así como el interés de la comunidad internacional por el mejoramiento del status quo en la aplicación del derecho penal en México.

Gracias a su participación es que resultan viables y se actualizan estos proyectos, que insisto, ha sido aprovechado por la fiscalía del estado de Aguascalientes, rompiendo paradigmas y tabúes del pasado que colocaban una barrera a miembros de la sociedad civil en la participación de la profesionalización de dicha institución, lo que desde luego generará un digno fortalecimiento de la institución y transparenta la formación integral del personal.

Máxime que dicho proyecto tiene un alto nivel académico que asegura una mejora indiscutible en la formación del factor humano en las fiscalías, al cual además se ha sumado otra institución relevante en el sistema de justicia penal a fin de salvaguardar el estado de derecho en la entidad como lo es la Defensoría y Asesoría Pública del Estado de Aguascalientes quien en aras de contar con una eficiente participación se sumó al proyecto CEJUME el año pasado con una gran empatía y dispuestos en la profesionalización de su institución, al contar con un elemento muy proactivo en la Dirección de la propia institución que se preocupó y ocupó de esta área de oportunidad que tenían el interior de la misma, dado que la carencia de recursos para el tema de capacitación del personal era y es por demás limitado de acuerdo al presupuesto asignado año con año a dicha institución y más aún para el segmento de capacitación.
El proyecto CEJUME se encuentra fortaleciendo una necesidad importante de capacitación que se encuentra acéfala en diversas instituciones públicas directamente relacionadas en el sistema penal y que gracias a este proyecto nacional se está fortaleciendo la profesionalización al interior de las instituciones en beneficio de la sociedad civil y del área gubernamental, por lo que resulta grato que las instituciones del centro del país participen en la mejora y consolidación del sistema penal en beneficio de legalidad y la aplicación de la justicia.