La información sobre lo que sucede dentro de los ambientes laborales de las instituciones de impartición de justicia es insuficiente. Esto no solo es un problema, sino una negación o minimización de que sea una situación urgente e importante a atender.
Los problemas generalmente relacionados a la salud emocional y física, tales como depresión, trastornos de ansiedad, estrés, trastornos del sueño, migrañas, enfermedades respiratorias, entre otras, impiden a una persona lograr un adecuado rendimiento en su trabajo o un involucramiento en sus actividades cotidianas. Esto impacta directamente en el cumplimiento de los objetivos de la institución y se traduce en un mayor costo económico, debido a la baja productividad, ausentismo y deterioro del ambiente laboral.
Diferentes instituciones de impartición de justicia -desde sus contextos muy particulares- dan pasos firmes y constantes para mejorar nuestro sistema de justicia penal. Se exigen más capacitaciones, se crean mejores procesos de ingreso, promoción y profesionalización del personal, se implementan nuevas herramientas y recursos… ¿pero, qué se está haciendo para garantizar que las personas trabajen en ambientes saludables y desarrollen un bienestar integral?
Por un lado, hemos dado pasos hacia adelante con el diseño de protocolos contra el acoso laboral y la violencia de género, o con la creación de nuevas unidades en favor de las y los servidores públicos para el cuidado de su integridad. Por otro lado, nos limitamos al diseño de instrumentos y mecanismos sin claridad de cómo cambiar una cultura organizacional hacia ambientes laborales saludables.
Argumentos a favor de ambientes laborales saludables
Guillermina es un claro ejemplo de cómo trabajar en un ambiente hostil, con cargas de trabajo inimaginables e interminables, con la inexistencia de espacios seguros y de confianza con sus superiores para compartir cómo se siente trabajando ahí, esto provoca que nuestro sistema de justicia no marche bien, así de claro.
Cuando Guillermina tuvo el derrame cerebral, tenía a su cargo 200 carpetas de investigación. Fueron 200 casos que perdieron la oportunidad de ser minuciosamente estudiados y trabajados por una excelente agente de Ministerio Público. Una mujer dedicada y apasionada por su trabajo, pero que las condiciones y el ambiente laboral en donde se desempeñaba, provocaron una parálisis facial e importantes pérdidas de memoria. El sistema le falló a Guillermina…
Si se busca un sistema de justicia que funcione, se debe de buscar cuidar a toda costa la integridad de quienes lo operan. Está comprobado que una persona motivada y con bienestar es más productiva en su trabajo (Rivera Ulloa K., Tarride Fernández., y León Vázquez, F. 2019).
Aunado al interés de fomentar espacios de trabajo saludables y donde la gente disfrute su trabajo, buscamos que nuestro sistema de justicia funcione, ¿no? De ahí la importancia de que las instituciones generen las condiciones óptimas para el desempeño laboral y los mecanismos de prevención ante factores de riesgo.
Ningún esfuerzo es menor: pasos firmes hacia el bienestar
El pasado mes de noviembre de 2021, la Fiscalía General del Estado de Zacatecas dio un paso enorme y tomó la decisión de hacer un diagnóstico sobre el estado de bienestar y el ambiente laboral que percibe su personal. Esta acción permitirá caminar hacia una valoración de la percepción que tiene el personal sobre el ambiente laboral y cómo se vincula con la productividad en su trabajo, entre otros elementos.
Hacer un diagnóstico es dejar atrás las intenciones o meras menciones de que el ambiente laboral es importante; es tomar acción hacia una nueva cultura organizacional que busque implementar acciones efectivas para ambientes laborales saludables.
Aparentemente es obvio que el fortalecimiento del sistema de justicia penal se debe en gran medida al cuidado de sus recursos humanos, pero subrayo el aparentemente. En la implementación del sistema no se contempló (y sigue sin contemplarse de manera seria) el tema de la salud mental y del bienestar del personal operador.
No podemos pretender lograr el fortalecimiento del sistema sin un cambio de cultura y sin tener la humildad de asumir que nos hemos equivocado de fórmula. Al cuidar a Guillermina, cuidamos su trabajo y brindamos mejores servicios para la justicia que tanto se busca en este país.